miércoles, 8 de julio de 2009

Lost Dog.

Recordando sucesos que sucedieron en el transcurso de todo este tiempo que pasé sin escribir, no voy a pasar por alto el día que salimos de Goa con Lu, e íbamos caminando por Corrientes, llegando casi a Callao, en un estado no muy bueno. Vimos caminando por la vereda una perrita muy chiquitita y aparentaba estar sola. Miré alrededor y lo único que veía eran linyeras y chorritos durmiendo en la puerta del Burger King. Y uno veo qe se levanta y dice: "el perrito es de los de al lado".
En eso le digo a Lu: Boluda cazá a perro y vámonos a la mierda que estos nos afanan todo.
Fue muy gracioso ver la remera de Lu, toda blanca con huellitas del perro jajajajajaja.
En eso, luego de decirle a toda persona que pasaba por al lado nuestro si quería una perrita porque nosotras no nos la podíamos llevar y que esas personas no la quieran, nos subimos al 124 y fuimos para la casa de Lu.
Entramos muuuuuy sigilosamente para que no ladre ni la perra de lu, ni la "nuestra", ni la madre XD. Y nos fuimos a la pieza. Al margen de todo esto, me costó un huevo subir a la cama de arriba que no tiene escalera. Fuckin' patas cortas!. Jaja.
Tipo once, entré a mandarle mensajes a mis conocidos para saber si alguien podía tener a la perrita pero nadie podía o algunos me confirmaban más tarde.
En eso llamé a mi vieja diciéndole que iba a caer con un perro a casa y se empezó a reir, por ende se lo tomó con humor y así fue.
La perrita pasó todo el sábado en casa. Tratándo de ponerle algún nombre, no me salía ninguno y sólo le decía: Gordita, Peque, Chiquita y Pochita, que fue como la iba a terminar llamando.
La noche fue interminable, no pegué un ojo porque la peque se la pasaba llorando, por ende me la ponía en brazos y cuando se dormía la llevaba a la cuchita, pero era al pedo porque a los cinco minutos se la pasaba llorando de nuevo.
Al otro día, mi vieja no había pegado un ojo y me decía de ir a regalarla. Igualmente, tampoco podía quedarse porque tengo todo el departamento alfombrado e iba a ser un gran quilombo. Así que íbamos a ir a una veterinaria para ver si la podíamos dejar.
Estabamos a la vuelta de casa y la mujer del locutorio, nos cuenta que el parrillero de al lado necesitaba un perro (primer pensamiento de cualquier ser humano: este la hace a la parrilla). Y la vió, le gustó y se la quedó.
A los pocos días, me entero que se la regaló a un matrimonio de viejitos que se les había muerto su perrita anterior de viejita y que estaban los dos muy contentos con "Pochita".
Me quedé un poco mal, porque no me pude despedir, pero sé que va a estar bien y que la van a cuidar mucho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me paso algo re parecido, la diferencia es que yo ya tengo 4 perros :P, JAJAJA, con mi vieja lo vimos desde la ventana de mi house, & que se yo, nos quedamos 1 hora en la calle para ver que haciamos, nos fuimos a lo de mi abuela, durmio ahi en el balconcito, como amé a ese perrito, dsp al otro día lo dimos en adopción. Le puse Sam [Sami] :P JAJAJA mucha película yankee me afecta :P