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Tengo quince mil millones de cosas en la cabeza. Frases, imágenes, canciones, momentos, palabras, suspiros, risas, llantos, recuerdos... Todas juntas y me confunden.

Estoy en un estado algo así como se pone el televisor, Stand By, eso. Esperando que algo me prenda y pueda reaccionar. Por el momento si sólo me prendo es para que aparezca esa lluvia que aparece en los televisores. Viste, la realidad es muy dura, Mari. Sí, me hablo a mi misma.

Hablo sola, no me considero loca, quizás un poco sí. Pero me pongo a pensar en muchas cosas.

A veces quisiera detener mi mente, dejar de pensar, dejar de especular, dejar que suceda lo que tenga que ocurrir.

Este último tiempo estoy para atrás, estoy débil. Pocas cosas me fortaleces. Quiero caretearla pero no puedo. No sé con quién hablar, siento que invado a toda mi gente con mis problemas, por eso permanezco callada.

Llorar, reír, hablar, mirar, respirar. Vivir.

La vida pasa demasiado rápido.

Siempre dije que tener un blog es la mejor forma de desahogo que hay. Mejor dicho, catarsis.